Estudie la carrera de Psicología en el “Centro de Estudios Superiores CTM” del año 2000 al 2004, me especializándome en psicología clínica; antes de salir de la carrera realice mis prácticas profesionales en la procuraduría de la defensa del menor y la familia (PRODEMEFA), y me gusto tanto, que quise ingresar ahí, cuando termine la carrera, pero para mi mala suerte no se daban vacantes, así que decidí buscar por otro lado.
El primer trabajo que tuve fue en una distribuidora de telcel, entre como capturista de datos, y al poco tiempo fui escalando de puesto hasta alcanzar la subgerencia en Valladolid, por lo que me tuve que trasladar hasta esa ciudad. Me gustaba mucho lo que hacía, ya que también, se me da lo de la parte administrativa.
Posteriormente una amiga me habla para decirme que en la empresa donde trabaja se iba a abrir una nueva vacante de Auxiliar de reclutamiento y selección, por lo que no dudo en ningún momento poder postularme para ello, y es así como ingreso a “Grupo Boxito” el cual el primer día de trabajo salí de viaje a Juchitán Oaxaca, por lo que me fui con una de mis compañeras para que me enseñen el movimiento, ya que todo ello era nuevo para mí. Realmente estuve muy poco tiempo en lo que es recursos humanos (únicamente 6 meses) lo que bien me valió para aprender muchas cosas y sobre todo pruebas psicométricas que en la carrera jamás vi, yo era la encargada de la zona golfo e istmo, y la sucursal de Guadalajara, la verdad el trabajo me gustaba mucho, yo creo que era mi pasión, pero para mi mala suerte la que era mi jefa vio que aprendía muy rápido y decidió de un día para otro correrme, el motivo que me dio es que ya no iba a prescindir de mi trabajo, lo cual me dolió muchísimo ya que amaba lo que hacía, mucha gente me apreciaba y pues fue algo muy desmotivante, en fin… me quedo sin trabajo y lo que hice fue empezar a buscar por otros lados, el trabajo que fuera, pero yo quería que sea de nuevo algo que tenga que ve con reclutamiento.
Para ser sincera yo siempre decía que no quería ser maestra, no me gustaba el área educativa, pero por azares del destino, de todos los trabajos que me llaman en ninguno quede, por lo que un día me llaman del cobay, me entrevista el director del plantel y me dice que me presente el lunes a trabajar y es así como llego a la docencia.
Al principio sinceramente, como que no me acoplaba, no sabia que hacer, no sabía planear mi clase, en fin y sobre todo me ponía muy nerviosa al parame frente a los alumnos pues el temor que tenia era que me pregunten algo que no supiera, pero poco a poco fui tomándole gusto a lo que hago y ahora amo lo que soy, y lo que hago, pues además de ser docente soy orientadora educativa y me encanta poder escuchar y ayudar a la gente, gracias a como soy (pues algunas veces me pongo al nivel de mis alumnos), eso me ha ayudado a que me tengan confianza y se acerquen a mi por cualquier tipo de problema que tengan, sea escolar o personal y la verdad eso me llena de satisfacción, sobre todo cuando ellos de acuerdo a sus posibilidades te demuestran su afecto, ya sea con un detalle o una carta y eso al menos para mí es muy gratificante. Algunas veces mi director me dice que soy muy consentidora, pero yo digo que no es ser consentidora, sino es que se escucharlos y sobre todo apoyarlos y ellos saben que siempre que me necesiten ahí estaré, y la verdad gracias a esta disposición de mi parte he logrado que mucho alumnos cambien para bien y eso es lo que más me llena de orgullo, ya que tengo ex alumnos que hasta la fecha va a visitarme a la escuela por que según ellos están muy agradecidos (digo según ellos porque no me gusta que me agradezcan nada ya que todo lo que hicieron lo hicieron por ellos mismos o por mi).
Mi insatisfacción, es que algunas veces por mucho que tú quieras ayudar a veces no tienes las herramientas necesarias para poder cumplir con tus objetivos y eso me da un poco de tristeza y también cuando veo injusticias y tú como docente u orientador no puedes hacer nada porque no está a tu alcance.
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